28 diciembre 2010

MERCENARIOS POLÍTICOS o TECNÓCRATAS SIN PRINCIPIOS

Como muchos recordaréis, lo vengo advirtiendo desde Julio de 2010:  
"Si A.Mas gana las elecciones, hará como Sarkosi en Francia o Piñera en Chile; lanzará una OPA hostil contra algun socialista de los que siempre han tenido claros sus intereses personales, antes que los del proyecto socialista" . Apunté a la "banda de los 4", pero ha sido el 5º.


Ferran Mascarell, en su momento Conseller de Cultura con el Govern d´Esquerres, ahora acepta serlo con el Govern cristiano-liberal de CiU.

Hay mercenarios de la política que no tienen escrúpulos en facilitar argumentos a la Derecha para válidar su vieja cantinela desmovilizadora: "no existe la Izquieda ni la Derecha, sólo buena o mala gestión". Técnocratas se llaman.

Espero que si no devuelve el carnet socialista por dignidad -que dudo la tenga- alguien le suspenda inmediatamente de militancia.

Tambien espero que a los seleccionadores que le encumbraron, "Sta.Lucía les conserve la vista"

09 diciembre 2010

MI INTERVENCIÓN EN LA ASAMBLEA DE AGRUPACIÓN L´HOSPITALET


Montilla acertó de lleno cuando vaticinó en campaña: "estas elecciones serán trascendentales y marcarán toda una generación". Vaya desde aquí mi reconocimiento a su labor y entrega personal incansable, junto con la admiración por el gesto de honor y dignidad, al asumir sin paliativos, en primera persona , la responsabilidad de la derrota electoral. Su alto concepto de la ética política, nos ha de servir de ejemplo.
Para acertar en el camino de futuro será imprescindible una correcta diagnosis de las causas.
¿ En que hemos fallado ?

Yo apunto 3 causas: En la ESTRATEGIA; en el MENSAJE; y en el/los MENSAJEROS.

Fallamos en la ESTRATEGIA al no saber combinar la lucha en 2 campos de batalla simultáneos: 1 el de las políticas sociales; y 2 el de las políticas identitarias.
Dedicamos muchos esfuerzos a la segunda, a jugar contra natura en un campo que no es el nuestro; y muy poco a llevar a los adversarios a nuestro terreno, nuestro campo de juego natural, donde nuestros votantes y el conjunto de ciudadanos nos reconocen y nos esperan: el de las políticas públicas que generan igualdad social, que generan más igualdad de oportunidades, que eliminan las injusticias sociales.
Perdimos el tiempo y las energías en llevar a nuestro ejército a luchas identitarias, por ver quien era más catalán, quien la tenía más grande (la bandera catalana); quien sentía más el país, quien pasaba a la Historia dejando su legado jurídico; mientras las personas, las nuestras, nos decían en las urnas: "no nos interesan esas guerras". Nos lo demostraron no viniendo a votar el nuevo Estatut; y quedándose en casa el día de la "gloriosa" manifestación contra el Tribunal Constitucional.

Hemos tardado mucho en darnos cuenta de que buena parte de nuestro ejército no nos seguía, porque no le hablabamos en la lengua que mejor entendía y por que no encontraban sus banderas de referéncia, y cuando quisimos rectificar, lanzando los mensajes en bilíngüe y volviendo a sacar las banderas rojas, ya era demasiado tarde.

Fallamos en el MENSAJE por no hacerle caso al insigne profesor G.Lakof (no pienses en un elefante), el que nos dijo que no hay que hablar de los marcos negativos.
Nuestra campaña  centró en el mensaje en lo negativo: "NO somos independentistas; no somos xenófobos";  y bien poco en resaltar lo que SI  somos. Lo que el ciudadano conseguirá si nos dá su voto.
A pesar de decirlo mucho, olvidamos en nuestra práctica, que en las elecciones renovamos un contrato social, entre el Partido y el elector. Y para que nos "compren el producto", hay que hablar de las virtudes de "nuestro producto". Nuestro caramelo (programa electoral) era muy bueno, pero el envoltorio no podia ser peor. Y ahí se ha quedado el caramelo... en la estantería y sin chupar.

Fallamos en el/los MENSAJEROS; los própios y los externalizados.
Los própios. Ya ha quedado bien claro que nuestra consigna de "fets i no paraules" fue errónea. Hacen tanta falta els fets, com les paraules. Si no se sabe explicar, no lo sabrán entender.
Los externalizados. A pesar de que tanto M. Iceta como J. Ferrán se quejasen amargamente en el Consell Nacional del PSC, varias veces, fuimos tan bobos que pagamos de nuestro bolsillo los medios de comunicación públicos de Catalunya, los que general opinión pública, para que nos hicieran, durante 7 años, campaña en contra. Minimizaron todos nuestros logros en políticas sociales, para ensalzar los suyos en políticas identitarias. Un simple y escandaloso ejemplo: el Govern de la Generalitat, desde la Consellería de Cultura, adjudicó 17 emisoras de radio al señor Justo Molinero (el de los programas de Andalucía en Cataluña), que se inició con nuestro apoyo en el Ayuntamiento de BCN; que después apoyó a CiU hasta el 2003, y que ahora,  se nos ha vuelto independentista. En justo premio a su trayectoria, le otorgamos 17 nuevas emisoras para que haga propaganda del mensaje de la nueva buena de la independéncia para el 2014. Lo nuestro es para nota.
Resultados: del  9% de los ciudadanos que se reclamaban independentistas al inicio de la legislatura en 2006, hemos pasado a un 25 % en 2010.
En el nuevo escenario parlamentario se situarán 76 independentistas, contra 59 no segregacionistas; y 87 de derechas, contra 48 de izquierdas. No puede ser más obvio que hemos errado en  la elección del campo de batalla, tanto en el COMO, como en el CUANDO y en el DONDE. Su proyecto político ha avanzado y el nuestro ha retrocedido.
Espero que con esta derrota nos haya quedado clara la importáncia de disponer de un buen ejército de MENSAJEROS, con MAYÚSCULAS.

Si coincidimos en que hemos hecho mal, ya tendremos un inicio de proyecto para lo que hemos de hacer en el futuro. Desde luego no incidir en la vía identitaria y dedicarnos a lo nuestro, a lo que nos identifica como marca ideológica. Si queremos mantener la cuota de mercado, el posicionamiento diferencial ha de ser rotundo y claro.

Ese proceso de reflexión y discusión interna, nos llevará tiempo y tensiones. Tensiones que no siempre los ciudadanos entienden bien. Aparecer ahora divididos, ante una nueva batalla inmediata, la de las elecciones municipales, es lo peor que podríamos hacer. Los electores quieren (nos lo acaban de decir) partidos cohesionados, proyectos firmes y liderazgos fuertes y castigan sin remisión los disensos en vísperas electorales.
Quien reclama ahora un Congreso extraordinario, de forma inmediata, no está haciendo otra cosa, objetivamente, que beneficiar al adversario.
Los congresos necesitan de 4 meses de proceso. 1 mes para elaborar el borrador de programa; 1 mes para elegir delegados, 1 mes para discutirlos, y 1 mes para hacer el cambio.
Ahora no toca replegarnos a los palacios de invierno, ahora toca seguir dando la batalla para conseguir el mejor resultado posible en las elecciones municipales.

Muchas gracias por vuestra atención.