06 julio 2011

ASAMBLEA DE PLATAFORMAS DEL PSC. Mi intervención

Después de oír a los 6 representantes de las plataformas pre-congresuales del PSC, me asalta una duda existencial que quiero compartir con vosotros, para ver si me aportáis luz.

Unos enfocáis vuestra acción hacia el cambio de la línea política; otros hacia el cambio en las formas de democracia interna y en la composición más plural de la nueva Comisión Ejecutiva del PSC.
Desde el punto de vista de lo políticamente correcto, ya nadie niega que primero debemos discutir sobre donde queremos ir (la línea política y corpus doctrinal) y sólo después sobre quién debe conducir a ese camino, desde la dirección.
Pero mi duda es: ¿Es realmente esta la discusión que debemos tener, o hablamos del cambio de la cultura organizacional. Ni en en PSC, ni en el PSOE, los militantes tenemos por costumbre fiscalizar ni exigir a los que elegimos, que cumplan sus compromisos; en unos casos por falta de preparación política, en otros por falta de valentía política para ejercer la crítica. Practicamos la auto-regulación para decir sólo lo que no pueda perjudicar  nuestra “carrera política” o expectativas profesionales.
La democracia interna está ahí, bien escrita en nuestros estatutos y códigos de conducta interna. Atreverse a practicarla ya es cosa nuestra.
Os pondré 2 ejemplos para intentar demostrar lo absurdo de las discusiones pre-congresuales, sólo en clave de cambio de línea política o cambio de liderazgos personales, si después no practicamos la democracia interna con valentía personal.
¿ Cuantos de nosotros, (y aquí somos 60 personas motivadas y leídas) han levantado la voz en sus asambleas de agrupación, federación, o Consell Nacional, contra la decisión de nuestro Gobierno de aplicar una política económica radicalmente contraria a la que aprobamos en nuestros Congresos de 2008, en el del PSOE y en el del PSC ¿
Nos acaban de decir los 3 representantes de las plataformas de INDIGNADOS de Plza. Cataluña que lo que más les indigna de nosotros, los socialistas, es nuestra incoherencia entre lo que prometimos y lo que practicamos desde el Gobierno y desde nuestros discursos partidarios.
Dejar de ser acríticos, para pasar a ser militantes activos con conocimiento de causa y criterio propio, debiera ser el primer cambio organizacional de cara a los próximos Congresos. Pasando a ser exigentes y reclamar con valentía, desde la coherencia personal.
El segundo ejemplo: Los delegados en el Congreso nos pelearemos encarnizadamente la noche del sábado al domingo para  ver quien llega a la meta, quien consigue ser miembro de la Executiva Nal del PSC.  I… ¿Eso para que nos sirve¿… ¿Cambiará nuestra precaria situación¿
Yo os puedo asegurar, desde mi responsabilidad instrumental de formación, que el 90% de la militancia y la inmensa mayoría de los cuadros medios de la Organización, no tienen ni pajolera idea de que hacen, ni cómo se llaman, la mayor parte de los miembros de la C.E.PSC, entre ellos las secretarías de mayor impacto político en la situación actual: Inmigración y Política Municipal, por citar sólo algunos. De los de menor actualidad política, ni os cuento.
Entonces… ¿A quién le sirve y para qué, ser elegido miembro de la CE, si eso, por sí sólo, si la militancia sigue anodina, no tendrá ningún tipo de incidencia en el cambio político que la sociedad nos está exigiendo. El cambio está en nosotros mismos, en nuestras formas de hacer, de practicar y de exigir, desde la valentía que es necesaria para ser coherente con tus propios principios ideológicos.
-------Hasta aquí la intervención.
Añado una sabrosa anécdota que nos contó Oscar Rebollo, Profesor de Sociología de la UAB, presente ayer en nuestra asamblea de plataformas.
Cuando la Iglesia tenía curas de barrio; curas obreros, curas que se casaban y curas de la teología de la liberación, todavía sobrevivía la Iglesia Católica. Cuando hoy no se cubren 4.000 iglesias en España, por falta de vocaciones (con el paro que hay, añado yo), y solo les quedan obispos y curia romana, ya no los salva ni Dios. Se hundirán irremisiblemente”
Es un ejemplificante  aviso para navegantes. Tomemos nota.
Me permito recrear un último apunte, que repito hasta la saciedad en todos los cursos de Liderazgo: "Todos los grupos de personas, entidades, partidos, sociedades y naciones, tienen el/los lider/es que se merecen. Si no les sirven, que los cambien. La Historia está preñada de demostraciones de que eso vale igual en democracia que en dictaduras. Obviamente cuesta, nunca sale gratis. El mejor motor de la Historia es la revolución de las ideas, empezando por el propio cambio de las actitudes personales conservadoras. Los lideres arriesgan, los tecnócratas obedecen" 

No hay comentarios: