06 diciembre 2005

EN EL DIA DE LA CONSTITUCIÓN

Hoy hace 27 años. Voté afirmativamente, sin mucho entusiasmo, por puro pragmatismo posibilista. Aquello era mejor que nada, y mucho mejor que el sistema que nos regía hasta entonces. No era la panacea. No era el sueño de los idealistas románticos que habíamos sido educados desde nuestra mas tierna adolescéncia en la revolución socialista. Es mas, en nuestros textos de adoctrinamento, esto no era mas que una democracia burguesa, donde solo se reconocían los derechos formales de la clase trabajadora, pero no los reales, los de la mejora substancial de las condiciones de vida, por medio del control de los medios de producción. Recuerdo cuanta discusiones orgánicas costó resolver nuestras contradicciones internas para apoyar la reforma o la ruptura: Plataforma(Plataforma Democrática de España -de caracter reformista-) o Platajunta (Junta Democrática de España-de caracter rupturista-) Finalmente lo resolvimos con las citas de Mao "Unir todo lo susceptible de ser unido, en contra del enemigo principal" , ergo reforma y participación en las elecciones democráticas. Optamos por la mejor decisión que las condiciones objetivas permitían: unir al pueblo en contra de los resíduos del régimen fascista, y esa misma decisión supuso firmar el acta de defunción de nuestra organización -el PTE (Partido del Trabajo de España)-, que después de 10 años de hiper-activismo exarcebado; sin financiación y sin acceso a los medios de comunicación, no pudo aguantar mas allá del primer asalto, las primeras elecciones generales del 78. La agonía del PTE duró un año. La inanición lo hizo desaparecer definitivamente, disolviéndose formalmente en 1979. Un ramillete selectísimo de activistas revolucionarios -"la vanguardia del proletariado"-, unos 2.000 en Cataluña, se quedaron sin organización y sin bandera. Permanecía la causa, pero para sobreponerse hacía falta mucha fuerza ideológica. Algunos -muy poquitos- volvimos a aplicar las viejas consignas del Libro Rojo de Mao; no podíamos permanecer inactivos ante las injusticias sociales, escudándonos en teorias perfeccionistas de salvadores de la clase obrera, adoptando "la mentalidad de los insurrectos errantes"; aquellos que tienen argumentos para criticar todo lo que hacen los demás, pero son incapaces de dar un paso para transformar la realidad. El pasado día 19 volvimos a vernos unos 300, después de 27 años. Volvimos a cantar la Internacional con el puño derecho cerrado, con la misma emoción de entonces. Tuve un sentimiento profundo, tan entrañable como nostálgico. Besos, abrazos emocionados y fuertes, muy fuertes; con tanta fuerza como la que utilizamos para contribuir a derribar, o cuanto menos a enterrar, la Dictadura. Con los mismos compañeros con los que tantas veces nos habíamos jugado la vida, y muchos la habían perdido. Nos pasamos la tarde recreando las "batallitas" del abuelo cebolleta. Cualquier parecido con un encuentro de cualquier hermandad de ex-combatientes, no es pura coincidencia.

1 comentario:

Alex Bellido dijo...

Hola Xavi:
Me parece fantástico poder recordar unos tiempos tan difíciles para la democracia de una manera alegre y digna. Desde luego que mucho de ese trabajo, de ese esfuerzo sobrehumano por la libertad es parte importante del día de hoy, de que podamos escribir blogs como este sin ningún tipo de miedo.
Yo, que ya nací en la democrácia, estamos en deuda con los que lucharon por conseguirla después de 40 años de dictadura.