07 julio 2010

PONGAMOS QUE HABLO....DE MADRID

Inicio este post con un tópico de general aceptación intelectual: La economía mundial está globalizada y los “mercados” mundiales, ergo los operadores económicos y financieros internacionales y centralizados, están imponiendo sus recetas económicas a los estados soberanos; ergo los estados democráticos donde la soberanía reside en el pueblo, cada vez son menos democráticos, porque la política económica, que debieran hacer sus políticos electos, (para intentar nivelar las injustas desigualdades sociales, que los miles de años de historia de los gobiernos despóticos del Mundo nos dejaron en herencia), se la están haciendo otros, se la hacen poderes económicos no electos por el pueblo. La aceptación de esta premisa mayor, no la hace un rojazo conspicuo, influido en su tierna adolescencia por los postulados de los clásicos marxistas, que ya nos avisaron del futuro avance del capitalismo monopolista de estado; la hace todo el mundo, incluidos las más altas instancias del capitalismo internacional, hoy. Premisa menor: El avance hacia el socialismo, hacia una sociedad global más libre, más justa y más igualitaria, solo será posible si avanza la idea de una gobernanza global, mundial, que constriña el poder omnímodo de los “mercados”, ergo cúpula de los operadores económicos y financieros. Soros , W.Gates y sus 500. El avance hacia la gobernanza mundial se construye con la suma, primero de los mercados nacionales y continentales, ( MERCOSUR; UE, ect.) es decir de las políticas económicas continentales, como paso previo para la unificación de políticas sociales y de la POLÍTICA –con mayúsculas- para después construir uniones políticas más amplias, por ejemplo continentales. Si esa es la lógica de la historia de los avances sociales y políticos que en el Mundo han sido, cualquiera entenderá que un socialista ha de trabajar por conseguir la máxima unión posible entre los pueblos de su entorno geográfico, es decir extender la SOLIDARIDAD entre las naciones, para avanzar hacia la IGUALDAD económica y social. De ahí que una de nuestras señas de identidad política sea el INTERNACIONALISMO (ya le apeo el apellido de proletario), para que veáis la buena disposición de no asustar en exceso a los “amos”. Atomizar, dividir, segmentar más la división entre los pueblos, comunidades y naciones, va justo en la línea contraria a lo que deseamos los socialistas, para hacer avanzar el Mundo hacia la JUSTICIA SOCIAL, hacia el SOCIALISMO. Ante eso, si ayer se troceó la antigua Yugoslavia me pareció mal; y si mañana me anuncian el intento de separación del estado de Nueva York o de California, por aquello de citar a los más ricos, que siempre son los que para justificar su egoísmo del NO reparto económico con los más pobres, se inventan una ideología que les de sustento (derechos históricos; fueros; pureza de la raza; lengua; religión; costumbres, RH +, ect. -todo ello tapado con un nuevo y gran trapo –la bandera-) me parecerá muy mal ideológicamente, y no solo no lo apoyaré, sino que manifestaré mi opinión en contra. Por el mismo motivo no apoyaré acciones u omisiones políticas que vayan en la línea del EGOISMO de los poderes económicos de ninguna autonomía, para intentar dividirla o separarla del conjunto de España y así a ellos, a las autonomías + ricas les tocaría a más (fíjense que los partidos autonomistas o independentistas jamás tienen predicamento en las comunidades pobres, sólo en las que sus respectivas burguesías acumulan más poder económico). Es decir como socialista convencido, nunca apoyaré llamamientos a la segregación política, que en el fondo sólo pretenden una NO redistribución económica entre los más favorecidos y los menos. “SOM UNA NACIÓ, AUTODETERMINACIÓ” –o lo que es lo mismo: DRET A DECIDIR, es la consigna clásica de los independentistas, o soberanistas. No la mía. La mía es: “SOLIDARIDAD INTERNACIONAL Y JUSTICIA SOCIAL”, es decir justo la contraria. Así que contad conmigo el día que decidamos dejar de ser una nación: ESPAÑA, y ampliarla primero a la REPÚBLICA FEDERAL IBÉRICA (sería una magnífica excusa para no renovarle el contrato a los Borbones. Las hipotecas se pagan en 30 años, y la del 23-F expira en 2012) y después a la FEDERACIÓN DE REPÚBLICAS EUROPEAS (y así ayudamos a acabar con el resto de jefaturas de estado europeas hereditarias). Lo dicho, aquí un “Solidario Internacionalista” a fuer de Socialista. Salud y República Federal ¡¡

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