Ya hay decenas de análisis en los medios sobre la interpretación de la manifestación del 10 de julio pasado en Barcelona. No quiero ser reiterativo haciendo una mas. Si hay alguna con la que estoy más de acuerdo en con la de Enric Hernández, director de El Periódico de Catalunya, que titula:
"El PSC en la encrucijada" .
Hasta el viernes en la mañana no pensaba ir. Ni me sentía identificado con el eslogan independentista de Omnium Cultural, ni pensaba que el 5% de la "retallada" del Constitucional fuera para tanto. Eso es la política, tu pides 100 y consigues un 95; nada despreciable, e incomparable con el Estatut del 97.
Ni me siento parte de una nación catalana, diferenciada de la española.
Ni me parece que los tribunales en Catalunya tengan que ser la última instáncia, cuando yo abogo por internacionalizar y globalizar la justicia en el mundo, y todavía espero que un Tribunal Penal Internacional intervenga para enmendarle la plana a los tribunales españoles que no han dejado continuar la causa contra los crímenes del fascismo al juez Garzón.
Ni me parece que haya que imponer por ley una lengua sobre otra, ni mucho menos sancionar al comerciante que no rotula su negocio en catalàn; de la misma forma que hay muchos otros rotulados sólo en inglés, en paquistaní o en chino. Es parte del márqueting comercial, decidir a que sector o segmento poblacional dirijes tu oferta.
No pensaba ir a la manifestación. Fuí en el último momento por que se me encargó una tarea específica dentro de la manifestación; y por la responsabilidad política de no dejar solos a mis compañeros de Partido.
Si alguna duda albergaba hasta ese momento, se me confirmó. Esta manifestación sólo ha servido para dar alas al sector independentista de Catalunya, que ha patrimonializado el acto, y que de buen seguro lo rentabilizará electoralmente.
Y no estoy hablando sólo de ERC, si no fundamentalmente de CiU, a la que el acontecimiento le ha escorado más hacia el radicalismo soberanista.
Con la excusa de sentirnos
"ofendidos en nuestra dignidad nacional"
hemos contribuido a engordar a la derecha nacionalista.
El camino para los socialistas, no es seguir cediendo y pasarnos a jugar en el campo contrario.
El nacionalismo es la fase anterior al independentismo. Ellos (ERC + CiU)acabaran sumando. Se retroalimentan, de la misma forma en la que el PNV ha
"comprendido a estos chicos", cuando no ayudado directamente a la causa independentista de Herri batasuna y ETA durante 40 años.
El nacionalindependentismo es un problema de egoismo economicista, exarcerbado con sentimientos de pertenencia a una clase o étnia superior, que desprecia a los demás, y eso: el ser de naturaleza personal egoista y excluyente, no se cura con el tiempo. Se es, se lleva en la sangre -dicen ellos que tienen un RH diferente-.
Os daré un ejemplo anecdótico.
En la manifestación del 10-J, intentamos dialogar con un grupo de exaltados que intento romper la cabeza de la manifestación del PSC, que iba perfectamente encuadrada e identificada.
Había sitio para todo el mundo. Cada formación política tenía asignado, de común acuerdo con los organizadores, un cruce de calles para iniciar su marcha. Pero ellos, para autoafirmarse, necesitan del enfrentamiento, en este caso personal. Nos insultaron todo lo que quisieron y más, sin que la
"responsabilidad política" nos dejara contestarles como se merecían, porque al fin y al cabo son
"socios" de gobierno y por si acaso el 28-N.
Cuando no les permitimos deshacer nuestra cabecera, arreciaron en sus insultos y empujones, buscando el enfrentamiento físico.
De hecho me sorprendió que mis propios compañeros me hicieran ver que ha sido la única vez que alguien me ha tocado la cara sin consecuencias para él.
No había forma de razonar, ni siquiera nos dejaban explicarles que tenían su sitio 50metros más abajo del Paseo de Gracia. Sus ojos estaban ensangrentados por el odio.
¡¡Españoles¿¿ Botiflers ¿¿ Fora de Catalunya¡¡
Sentí como nos/me odiaban en lo más profundo de su ser irracional. Entendí que no hay nada que hacer con ellos. Que contemporizar no es el camino; y yo, imagino que como muchísimos millones de catalanes nacidos en Catalunya, no estoy dispuesto ni a irme de Catalunya, ni a partir de ahora, a dar un solo paso atrás.
Su
"arrojo y valentía nacional" llegó hasta tal punto, que una vez disuelta la cabecera del PSC, se lanzaron a perseguir, abofetear, y estirar de los pelos a una miembro de la Ejecutiva de L´Hospitalet, que nos habia ayudado en el servicio de orden,cuando ya estaba sola. De la misma forma que su heroicidad combatiente les aportó la inestimable imagen -para ellos- del President de la Generalitat a punto de ser agredido, y teniendo que
"refugiarse" en una Consellería.
Lo dicho: unos socios majísimos. Sigamos cuidándoles.
Ya hay decenas de análisis en los medios sobre la interpretación de la manifestación del 10 de julio pasado en Barcelona. No quiero ser reiterativo haciendo una mas. Si hay alguna con la que estoy más de acuerdo en con la de Enric Hernández, director de El Periódico de Catalunya, que titula: "El PSC en la encrucijada" .
Hasta el viernes en la mañana no pensaba ir. Ni me sentía identificado con el eslogan independentista de Omnium Cultural, ni pensaba que el 5% de la "retallada" del Constitucional fuera para tanto. Eso es la política, tu pides 100 y consigues un 95; nada despreciable, e incomparable con el Estatut del 97.
Ni me siento parte de una nación catalana, diferenciada de la española.
Ni me parece que los tribunales en Catalunya tengan que ser la última instáncia, cuando yo abogo por internacionalizar y globalizar la justicia en el mundo, y todavía espero que un Tribunal Penal Internacional intervenga para enmendarle la plana a los tribunales españoles que no han dejado continuar la causa contra los crímenes del fascismo al juez Garzón.
Ni me parece que haya que imponer por ley una lengua sobre otra, ni mucho menos sancionar al comerciante que no rotula su negocio en catalàn; de la misma forma que hay muchos otros rotulados sólo en inglés, en paquistaní o en chino. Es parte del márqueting comercial, decidir a que sector o segmento poblacional dirijes tu oferta.
No pensaba ir a la manifestación. Fuí en el último momento por que se me encargó una tarea específica dentro de la manifestación; y por la responsabilidad política de no dejar solos a mis compañeros de Partido.
Si alguna duda albergaba hasta ese momento, se me confirmó. Esta manifestación sólo ha servido para dar alas al sector independentista de Catalunya, que ha patrimonializado el acto, y que de buen seguro lo rentabilizará electoralmente.
Y no estoy hablando sólo de ERC, si no fundamentalmente de CiU, a la que el acontecimiento le ha escorado más hacia el radicalismo soberanista.
Con la excusa de sentirnos "ofendidos en nuestra dignidad nacional"
hemos contribuido a engordar a la derecha nacionalista.
El camino para los socialistas, no es seguir cediendo y pasarnos a jugar en el campo contrario.
El nacionalismo es la fase anterior al independentismo. Ellos (ERC + CiU)acabaran sumando. Se retroalimentan, de la misma forma en la que el PNV ha "comprendido a estos chicos", cuando no ayudado directamente a la causa independentista de Herri batasuna y ETA durante 40 años.
El nacionalindependentismo es un problema de egoismo economicista, exarcerbado con sentimientos de pertenencia a una clase o étnia superior, que desprecia a los demás, y eso: el ser de naturaleza personal egoista y excluyente, no se cura con el tiempo. Se es, se lleva en la sangre -dicen ellos que tienen un RH diferente-.
Os daré un ejemplo anecdótico.
En la manifestación del 10-J, intentamos dialogar con un grupo de exaltados que intento romper la cabeza de la manifestación del PSC, que iba perfectamente encuadrada e identificada.
Había sitio para todo el mundo. Cada formación política tenía asignado, de común acuerdo con los organizadores, un cruce de calles para iniciar su marcha. Pero ellos, para autoafirmarse, necesitan del enfrentamiento, en este caso personal. Nos insultaron todo lo que quisieron y más, sin que la "responsabilidad política" nos dejara contestarles como se merecían, porque al fin y al cabo son "socios" de gobierno y por si acaso el 28-N.
Cuando no les permitimos deshacer nuestra cabecera, arreciaron en sus insultos y empujones, buscando el enfrentamiento físico.
De hecho me sorprendió que mis propios compañeros me hicieran ver que ha sido la única vez que alguien me ha tocado la cara sin consecuencias para él.
No había forma de razonar, ni siquiera nos dejaban explicarles que tenían su sitio 50metros más abajo del Paseo de Gracia. Sus ojos estaban ensangrentados por el odio. ¡¡Españoles¿¿ Botiflers ¿¿ Fora de Catalunya¡¡
Sentí como nos/me odiaban en lo más profundo de su ser irracional. Entendí que no hay nada que hacer con ellos. Que contemporizar no es el camino; y yo, imagino que como muchísimos millones de catalanes nacidos en Catalunya, no estoy dispuesto ni a irme de Catalunya, ni a partir de ahora, a dar un solo paso atrás.
Su "arrojo y valentía nacional" llegó hasta tal punto, que una vez disuelta la cabecera del PSC, se lanzaron a perseguir, abofetear, y estirar de los pelos a una miembro de la Ejecutiva de L´Hospitalet, que nos habia ayudado en el servicio de orden,cuando ya estaba sola. De la misma forma que su heroicidad combatiente les aportó la inestimable imagen -para ellos- del President de la Generalitat a punto de ser agredido, y teniendo que "refugiarse" en una Consellería.
Lo dicho: unos socios majísimos. Sigamos cuidándoles.
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