Se congelan las pensiones. Se rebaja dinero a los funcionarios. Se abarata el despido. Se nos grava el consumo (IVA); para mantener el mismo presupuesto a la Casa Real (8 mil millones €) y aumentarlo para la Iglesia Católica (7 mil millones €). Solo nos faltaba la visita de este fantasma protector de pederastas y que se nos preñe una princesita, para acabar en la "imbecilitas" colectiva más absoluta. A este paso superaremos a los italianos, que reeligen, una vez tras otra, a un mafioso, también pederasta, que luce de ello, pero se confiesa y paga su diezmo al chico del gorro capirote KKK, para aún así, subir a su cielo. De puta pena.
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