Soñé que los ciudadanos de mi país sabían el nombre de todos las opciones políticas que aspiraban a administrar nuestros recursos económicos; igual que saben el de todos los equipos de futbol español.
Soñé que sabían el nombre y las cualidades de cada uno de los 11 primeros líderes de cada partido político, que con su voto pueden acabar siendo sus ministros. De la misma forma que saben el nombre y las habilidades de cada uno de los jugadores, de cada uno de los equipos de futbol.
Soñé que en sus trabajos, con sus familiares y amigos, en las plazas públicas, discutían con pasión sobre cómo mejorar su ciudad, su autonomía, su país. De la misma forma que les oigo discutir acaloradamente, mientras almuerzo en el bar, de cómo este entrenador o aquel arbitro debieran alinear a su equipo o mediar en el encuentro.
Al despertar, reflexioné sobre la cantidad de tiempo que mis coetáneos le dedican al “pan et circus” (toros, futbol, tenis, baloncesto y otras pelotas de distintos tamaños).
No es un problema de tiempo disponible, no. Ni de cantidad de memoria RAM que les ocupa en sus cerebros, no. Tienen GB y MGB para aburrir. Ni de que sean deportes protagonizados por directivos o jugadores donde brille la ética y la honradez. Bien al contrario sus sueldos insultan la dignidad humana; los escándalos económicos y la corrupción campan por sus fueros. https://es.eurosport.yahoo.com/blogs/renglones-torcidos/tebas-y-la-corrupci%C3%B3n-en-el-f%C3%BAtbol-espa%C3%B1ol-222841409.html
¿Entonces?...¿Por qué esa actitud refractaria hacia la política y esa ceguera con los ricos deportistas y las instituciones en las que operan¿.
¿Cuál puede ser la excusa para no preocuparse suficiente de lo que realmente son sus propios intereses de clase ¿
Recordé cuanto me desesperaba ante mis compañeros de trabajo –MACOSA- (ahora ALSTOM), hace 45 años, cuando a las puertas de la fábrica, les repartía el “MUNDO OBRERO ROJO”, o intentaba concienciarles en el bar, antes de que se “doparan” con las barrechas de alcohol. (“si no me las tomo, no entro”, me decía alguno). Los lunes y martes, imposible, la única conversación era el futbol. Los viernes ya estaban arreglando la liga. Así que sólo disponíamos de los miércoles y los jueves para hablar de la Dictadura de Franco, de la explotación a la que nos sometían y convocar entonces asambleas y huelgas.
La frase de moda del Régimen, en aquel momento, era la de Franco "Hijos míos, haced como yo, no os metáis en política". El Franquismo cultural dejó su poso.
Vuelvo la vista al frente y pienso… ¿hemos avanzado culturalmente…?
Será por eso que el IVA cultural está 20 puntos por encima de las retenciones a los futbolistas y no he visto una sola manifestación en contra.
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