24 agosto 2010
ES LA ECONOMÍA, ESTÚPIDO
Aprovechando los últimos días de vacaciones para recrearme en el placer
de la lectura, he acabado otro libro: LA CATASTROFE PERFECTA, de Ignacio Ramonet, el que fuera brillante director de Le Monde Diplomátic.
Se centra en la crisis económica, provocada por los neoliberales norteamericanos y retrata a la perfección cual es la causa del retroceso de la socialdemocracia en el Mundo cuando, precisamente en estos momentos, debieramos estar a la ofensiva aprovechando el estrepitoso fracaso de su modelo económico y social.
Estamos dejando de ser un referente, porque en vez de presentar batalla y ofrecer alternativas, estamos asumiendo la política económica que nos marcan el FMI y el BCE, los representantes de los mismos causantes de la crisis.
La Socialdemocracia esta abandonando la defensa de lo social, para centrarse solo en la de democracia formal; en la defensa de los derechos civiles y políticos que prácticamente no generan gasto.
Lula, que abandonará su segundo mandato presidencial con un 80 % de apoyo popular, nos marca el camino. No hacen falta grandes proclamas, ni complicados programas electorales: "Mi objetivo es que todos los brasileños coman cada dia" dijo en 2002. 8 años después ha reducido el índice de pobreza en su país en un 13 %. Es decir, ha hecho lo que todos esperan de un político que se reclama de izquierdas: redistribuir la riqueza; reducir la pirámide social, cohesionar socialmente a su pueblo.
Aquí nos hemos dedicado a "atar los perros con longaniza". Volvimos a gobernar en 2004. Nos hemos ufanado de crecer por encima de la media europea, un 3´5 % anual. Hemos sacado pecho para reclamar una silla en el G-8, el club de los ricos. 6 años después presentamos el balance siguiente: hemos pasado del 20 al 23 % en el índice de pobreza. Los ricos son cada vez menos, y más ricos; la clases medias se esquilman; y los pobres son cada vez más, y más pobres. Después nos gastaremos los dineros en informes demoscópicos que nos expliquen el porqué de la "desafección política".
¿QUEREMOS RECUPERAR LA INICIATIVA POLÍTICA ?
Es tan fácil como esto. Presentemos un programa electoral que se comprometa a reducir las desigualdades sociales, y concrémoslo en porcentajes: "Disminuiremos en índice de pobreza de un 23 a un n% al final de la próxima legislatura". No hacen falta más florituras.
¿ Quien se va a seguir creyendo nuestro discurso de defensores de los más desfavorecidos socialmente, cuando nuestras medidas de gobierno van justamente en sentido opuesto:
Permisividad con las SICAV; supresión del impuesto sobre patrimonio de rentas y capital, aumento de los impuestos directamente proporcionales, en vez de inversamente, es decir, que pague más quien más tiene. Recortes de derechos sociales a los trabajadores; aumento de la edad de jubilación; enfoque hacia la privatización de las cajas de ahorro. Permisividad contra el fraude fiscal, estimado en un 20 % ; (en vez de generar más puestos de trabajo creando plazas de inspectores fiscales).
Mientras nos seguimos quejando de que los bancos no dan crédito a las PYMES y estas han de cerrar abocando más trabajadores al paro, somos incapaces de hacer una propuesta seria unificando el ICO con las Cajas de Ahorro y creando nuevamente una potente entidad de crédito estatal, como lo fue en su momento Argentaria, que se convierta en un operador del mercado que influya en la competencia bancaria.
Privatizamos en vez de socializar, y encima nos gastaremos el presupuesto en psicólogos por que nuestro electorado no nos entiende y nos abandona. Efectivamente estamos de psiquiatra.
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