EL PARTIDO PARA QUIEN SE LO TRABAJA

Ya se que los tiempos cambian, o que como la "correlación de fuerzas" no nos es favorable a la izquierda, vamos perdiendo plumas por el camino, como aquella de  " la tierra para quien la trabaja". No obstante  nuestros ADN/s ideológicos saltan cual resortes, cuando se producen injusticias orgánicas de este tipo.

Estoy hablando de la candidatura para la Presidencia de la CC.AA. de Madrid.

Hace 3 años, los socialistas en general y los de la FSM en particular, dimos un espectáculo bochornoso cuando intentamos presentar un candidato@ y los propuestos -gente notable, todos ellos- se sacudían la invitación con un gesto de asco, como si fuera la "pulga de Benito".

Finalmente presentamos un "paracaidista" de tendencia neo-liberal, que ni siquiera tenía carnet del Partido, y nuevamente nos la pegamos. El "paracaidista", plego su paracaidas y se marchó.

Tomás Gómez dió un paso al frente y asumió en un Congreso el liderazgo de la FSM.

Durante este tiempo, ha trabajado duro. La ha cohesionado y puesto nuevamente en pié; y ahora que la derecha ultramontana del PP está corroida por la mafia Gürthel y parece que podemos volver a recuperar una Presidencia robada con talonario, por 2 sinverguenzas, a los que nuestros responsables orgánicos no les aplicaron el consejo de Pablo Iglesias: "...para los cargos públicos, hay que elegir a los mejor preparados y más honrados, y vigiladles cada dia como si fueran canallas..."; es decir fallamos en nuestra responsabilidad "in eligendo", e "in vigilando" y nadie asumió responsabilidades políticas por aquello. Decía, ahora que podemos volver a gobernar, se le pide al artífice del avance orgánico y político: "apártate tu, que me pongo yo". Lamentable.

En el A,B,C, de los manuales de liderazgo, podríamos encontrar innumerables ejemplos de que para hacer una guerra (política en este caso) y consolidar posiciones; para ganar batallas, hacen falta generales bregados y sobretodo reconocidos por la tropa, es decir con autoridad moral.

Algunos confunden las batallas políticas con las lluvias de estrellas y se gastan los dineros en hacer costosas encuestas para ver cual estrella brilla más en el firmamento, a criterio de los que no viven el Partido. Se olvidan de lo elemental: antes de buscar en nuevos caladeros, FIDELIZA los que ya tienes, y para fidelizarlos has de ser justo con los que han estado dando la batalla en la trinchera y reconocerles el mérito. Si haces lo contrario, das un mal ejemplo y perderás al general bregado y a la tropa que ha luchado con él.

Preveo que en este caso pasará lo mismo que con la candidatura de Josep Borrell en las primarias contra Joaquin Almunia. Nuestra gente reaccionará contra la injusticia de la imposición de un candidato por el "aparato" y tendremos que asumir el desgaste político de la paracaidista y de su mentor.

Basta ya de paracaidistas y de estrellas fugaces. EL PARTIDO PARA QUIEN SE LO TRABAJA.