“Zin acritú”, que decía Felipe y sin
perder las formas, porqué sería el mejor servicio para la derecha en estos
momentos; quiero manifestar mi opinión y tomar partido, hablando de los 2 únicos candidatos que tienen alguna
opción de liderarnos a los socialistas españoles, entre los que espero que aquí
no haya ninguna duda, estamos también los socialistas del PSC.
Debate
si, controversia, también. Del contraste nacerá la inteligencia, que decía
Descartes
Es solo mi apreciación subjetiva sobre la imagen de
Alfredo, pero creo firmemente que, en ese campo, no hay color con la imagen que
transmite Carmen; y eso, para el gran público, que no se preocupa de conocer
los programas diferenciales de cada candidato, pesa muchísimo. Los manuales de
marketing político van plenos de reflexiones sobre este asunto, no insistiré
más.
Efectivamente ambos han sido corresponsables de la nefasta
gestión de la crisis, en tanto que miembros del anterior Gobierno; ninguno de
los 2 contestó al Cesar que decidió auto-inmolarse, llevándose por delante al
Partido Socialista. Si alguno de ellos hubiera propuesto en su momento la banca
pública; o la ruptura con el FMI; o el gravamen impositivo sobre las SICAV, las
grandes fortunas, o la reforma radical del IRPF, asumiendo las consecuencias
con su salida del Gobierno, como hizo Lafontaine, en el gobierno de Schroeder;
ahora tendrían toda la fuerza moral ante la militancia y ante el electorado y sin
duda arrasarían. Ciertamente ningunode los dos fue un valiente revolucionario
en la defensa radical de los principios social-democrátas.
Pero como eso que a mí me gustaría, las diferencias
sobre los contenidos programáticos, no se han dado, habré de opinar sobre las
posibilidades mediáticas de cada uno de ellos para levantar el ánimo de la
tropa.
Y en esa línea, efectivamente una tiene muchísimas más fortalezas que el otro.
Y en esa línea, efectivamente una tiene muchísimas más fortalezas que el otro.
Ejemplos recientes: Recordad la fuerza expositiva de
Carmen en el mitin de campaña en La Farga, junto a Felipe, lo nubló
absolutamente, con todo el efecto “halo” que Felipe levanta en nuestro
electorado. De la misma forma el último mitin de campaña en el Forum, con
Rubalcaba. La intervención de Carmen, la penúltima, fue interrumpida por los
aplausos entusiastas de nuestra gente, en 10 ocasiones; una sola vez para
Rubalcaba.
Carmen, desde el punto de vista técnico, llega
muchísimo más, por eso ha sido la primera en plantear un debate con Alfredo,
que el aparato, siempre celoso de los “excesos democráticos” ha cortado en seco.
Recordando
el flojísimo papel del debate Rubalcaba-Rajoy en campaña; a mí no me cabe la
mínima duda de que Carmen se habría comido a Rajoy con patatas, ninguna. Si a
alguien le apetece, en este mismo blog http:// fxaviermarin.blogspot.com/ 2011/11/tablas.html publiqué esa misma noche la crónica del
combate boxístico del que me erigí en
virtual arbitro, y Alfredo perdió a los puntos clarísimamente. El lo sabe, y
quizá por eso no osa saltarse la decisión de Marcelino, y acepta el debate,
nadie le mandaría por ello a la Comisión de Conflictos. Estamos copiando a los
socialistas franceses. ¿Si ellos pueden hacerlo, porqué nosotros no ¿
En cuanto a las actitudes objetivas que se perciben por
origen de clase y por práctica pasada.
Alfredo,
que ha sido ministro desde hace 30 años, ha estado siempre al lado del sector
más duro de los aparatos del PSOE, del menos flexible. Se opuso a las primarias
Borrell-Almúnia, apoyando a Almúnia, y perdió. Se opuso a las primarias de
Madrid Tomás-Trini, y perdió. Apoyó a Bono, el representante del ala más derechista
del PSOE, en contra de Zapatero en las
primarias del 2000, y perdió. Su pasado es netamente de perdedor, cuando ha
pretendido liderar la lucha orgánica interna en el PSOE. Y siento recordarlo, pero
acaba de encabezar una candidatura en la que ha perdido por goleada absoluta y
nos hay colocado en los peores resultados de la historia democrática de España.
Cuando uno es la cabeza visible del proyecto, hay que
asumir la responsabilidad de la derrota, como lo hizo con rapidez y valentía
José Montilla, la misma noche electoral.
Yo
esperaba que la noche del 20-N, Alfredo renunciara, y francamente me defraudó
su resistencia al cambio. Pero el cambio llegará, está picando a su puerta y
volverá a perder, como siempre perdió la opción de primarias que el apoyó.
En las
batallas, las tropas necesitan el insumo de energía, esperanza y optimismo de
sus líderes y Carmen derrocha entrega, pasión y una confianza por la victoria
contagiosa.
Josep
Borrell fue un adelantado a su tiempo. Ser catalán, pertenecer al ala izquierda
del Partido y forzar unas primarias, que además ganó, fue demasiado para las
trágalas del aparato de Ferraz.
El
intento, que no pudo ser con Josep Borrell en el 2000, será un éxito ahora con
Carmen Chacón.
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