15 enero 2012

PRIMARIAS RUBALCABA-CHACÓN


Zin acritú”, que decía Felipe y sin perder las formas, porqué sería el mejor servicio para la derecha en estos momentos; quiero manifestar mi opinión y tomar partido, hablando de  los 2 únicos candidatos que tienen alguna opción de liderarnos a los socialistas españoles, entre los que espero que aquí no haya ninguna duda, estamos también los socialistas del PSC.
Debate si, controversia, también. Del contraste nacerá la inteligencia, que decía Descartes
Chamberí, no es Hayowa, pero sí es todo un preludio de lo que va a pasar. La força Carme, su vitalidad y fuerza discursiva, no tiene nada que ver con el discurso apagado de Alfredo; que ha sido y es un magnífico segundo, un buen y eficaz gestor político, pero que nunca ha levantado entusiasmo y pasiones, siquiera en nuestras propias filas. Será todo lo injusto que se quiera, pero en la sociedad de la información y la telegénia, LA IMAGEN SÍ IMPORTA, y mucho; y su imagen desgastada, gris, triste y apagada, no tiene nada que ver, con el vigor y la vitalidad  que se  necesita para recuperar la fuerza del combate por las ideas, la ilusión por transformar el mundo, por recuperar la credibilidad perdida y volver a conquistar la hegemonía política.
Es solo mi apreciación subjetiva sobre la imagen de Alfredo, pero creo firmemente que, en ese campo, no hay color con la imagen que transmite Carmen; y eso, para el gran público, que no se preocupa de conocer los programas diferenciales de cada candidato, pesa muchísimo. Los manuales de marketing político van plenos de reflexiones sobre este asunto, no insistiré más.
Efectivamente ambos han sido corresponsables de la nefasta gestión de la crisis, en tanto que miembros del anterior Gobierno; ninguno de los 2 contestó al Cesar que decidió auto-inmolarse, llevándose por delante al Partido Socialista. Si alguno de ellos hubiera propuesto en su momento la banca pública; o la ruptura con el FMI; o el gravamen impositivo sobre las SICAV, las grandes fortunas, o la reforma radical del IRPF, asumiendo las consecuencias con su salida del Gobierno, como hizo Lafontaine, en el gobierno de Schroeder; ahora tendrían toda la fuerza moral ante la militancia y ante el electorado y sin duda arrasarían. Ciertamente ningunode los dos fue un valiente revolucionario en la defensa radical de los principios social-democrátas.
Pero como eso que a mí me gustaría, las diferencias sobre los contenidos programáticos, no se han dado, habré de opinar sobre las posibilidades mediáticas de cada uno de ellos para levantar el ánimo de la tropa.
Y en esa línea, efectivamente una tiene muchísimas más fortalezas que el otro.
Ejemplos recientes: Recordad la fuerza expositiva de Carmen en el mitin de campaña en La Farga, junto a Felipe, lo nubló absolutamente, con todo el efecto “halo” que Felipe levanta en nuestro electorado. De la misma forma el último mitin de campaña en el Forum, con Rubalcaba. La intervención de Carmen, la penúltima, fue interrumpida por los aplausos entusiastas de nuestra gente, en 10 ocasiones; una sola vez para Rubalcaba.
Carmen, desde el punto de vista técnico, llega muchísimo más, por eso ha sido la primera en plantear un debate con Alfredo, que el aparato, siempre celoso de los “excesos democráticos”  ha cortado en seco.
Recordando el flojísimo papel del debate Rubalcaba-Rajoy en campaña; a mí no me cabe la mínima duda de que Carmen se habría comido a Rajoy con patatas, ninguna. Si a alguien le apetece, en este mismo blog http://fxaviermarin.blogspot.com/2011/11/tablas.html  publiqué esa misma noche la crónica del combate boxístico del que  me erigí en virtual arbitro, y Alfredo perdió a los puntos clarísimamente. El lo sabe, y quizá por eso no osa saltarse la decisión de Marcelino, y acepta el debate, nadie le mandaría por ello a la Comisión de Conflictos. Estamos copiando a los socialistas franceses. ¿Si ellos pueden hacerlo, porqué nosotros no ¿
En cuanto a las actitudes objetivas que se perciben por origen de clase y por práctica pasada.
Alfredo, que ha sido ministro desde hace 30 años, ha estado siempre al lado del sector más duro de los aparatos del PSOE, del menos flexible. Se opuso a las primarias Borrell-Almúnia, apoyando a Almúnia, y perdió. Se opuso a las primarias de Madrid Tomás-Trini, y perdió. Apoyó a Bono, el representante del ala más derechista del  PSOE, en contra de Zapatero en las primarias del 2000, y perdió. Su pasado es netamente de perdedor, cuando ha pretendido liderar la lucha orgánica interna en el PSOE. Y siento recordarlo, pero acaba de encabezar una candidatura en la que ha perdido por goleada absoluta y nos hay colocado en los peores resultados de la historia democrática de España.  
Cuando uno es la cabeza visible del proyecto, hay que asumir la responsabilidad de la derrota, como lo hizo con rapidez y valentía José Montilla, la misma noche electoral.
Yo esperaba que la noche del 20-N, Alfredo renunciara, y francamente me defraudó su resistencia al cambio. Pero el cambio llegará, está picando a su puerta y volverá a perder, como siempre perdió la opción de primarias que el apoyó.
En las batallas, las tropas necesitan el insumo de energía, esperanza y optimismo de sus líderes y Carmen derrocha entrega, pasión y una confianza por la victoria contagiosa.
Josep Borrell fue un adelantado a su tiempo. Ser catalán, pertenecer al ala izquierda del Partido y forzar unas primarias, que además ganó, fue demasiado para las trágalas del aparato de Ferraz.
El intento, que no pudo ser con Josep Borrell en el 2000, será un éxito ahora con Carmen Chacón.

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