QUE NO NOS MATE LA TENSIÓN
Que si, que si, que vale, que no podemos relajarnos.
Que el partido hay que jugarlo hasta el último momento.
Que la tensión es buena porque moviliza al electorado comodón de la izquierda exquisita, que si no ve el peligro cerca se queda en casa.
Que a partir del 80 % de participación puede aparecérsenos doña mayoría absoluta.
Que “SI TU NO VAS, ELLOS VUELVEN” (por cierto el mejor mensaje nunca parido. Corto; concreto; gráfico; movilizador; e implicante –te hace sentir útil-)
Que de puertas a fuera no podemos decir que ganaremos sin bajar del autocar.
Pero tampoco nos estresemos. Un poquito de auto-estima y confianza en nuestras propias fuerzas, tampoco nos vendrá mal. Eso si, sin decirlo fuera de casa, para mantener la tensión externa.
Salimos de ganadores netos:
10 puntos por delante de confianza en la marca: 27% PP; 37 % PSOE.
10 puntos por delante en intención directa de voto: 28 % PP; 38 % PSOE.
De 3 a 6 puntos por delante (depende del encuestador) en voto estimado.
Los ciudadanos aprecian nuestros logros de gobierno con 21 puntos de diferencia con el PP, en ámbitos como la Vivienda y Sanidad; a 10 en Relaciones Internacionales e Inmigración; pasándoles entre 10 y 20 puntos en Educación; Política Autonómica y Empleo. Les estamos dando “sopas con onda” en casi todo. Nuestros 2 talones de Aquiles a vigilar: Seguridad Pública (+5%) y Economía (-2%)
Aún así, el primer combate (cara a cara) Solbes-Pizarro; se ha ganado de forma nítida.
Muy mal, muy mal, tendríamos que hacerlo en campaña, para perder. Dramatismo, el justo.
Así que ánimo y a ganar. Un poquito de optimismo antropológico no nos vendría mal. Las caras también transmiten y si no nos lo creemos nosotros, no se lo creerá nadie.
PD: Por cierto ¡¡ quiero apuntar una frase –antes de que se me olvide- que le he brindado hoy a Xavier Sabaté en el acto celebrado con los alumnos de Posgrado de Liderazgo de la UAB
“Hay 2 tipos de políticos: el político profesional, empollón de oposiciones, que simplemente se sabe bien la lección y la relata; y el político vivencial, apasionado, que cree en lo que dice, que se le nota que se lo cree porque vibra cuando habla, transmitiendo su propia emoción.
El primero es simplemente un político más; el segundo es un líder.
Xavier Sabaté nos ha demostrado esta noche que es de los segundos”
Un placer oírlo.
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